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La revolución de la lavandería industrial: sostenibilidad y tecnología en el corazón del cambio
23 de octubre de 2025Cuando llevas años al frente de una lavandería industrial y Facility Services como Avenur, te das cuenta de que elegir un buen proveedor externo no es algo que pueda hacerse a la ligera.
Externalizar limpieza, mantenimiento, lavandería, jardinería, amenidades, etc., implica que estás confiando una parte importante de la imagen, higiene y funcionamiento de tu empresa en manos ajenas. Si no seleccionas bien, los costes ocultos, los problemas operativos y la pérdida de prestigio pueden superar los supuestos beneficios.
Aquí te dejo una guía con las claves que deberías revisar antes de decidirte por un proveedor de facility services. Úsalas como checklist, como si fueras alguien que visita tu propio negocio a través de los ojos de un cliente exigente.
1. Experiencia real en tu sector
No todos los sectores son iguales. Las necesidades de una residencia, un hotel, un restaurante o una industria tienen requisitos distintos en cuanto a higiene, tiempos de lavado, normativas sanitarias, limpieza de zonas sensibles, uniformes, etc.
- Verifica cuántos años lleva el proveedor trabajando con empresas similares a la tuya.
- Asegúrate de que conocen bien la normativa aplicable en tu tipo de actividad: residencias, centros sanitarios, restauración, hostelería, etc. En Avenur trabajamos mucho con residencias y hospitales, por lo que cumplimos estándares sanitarios exigentes.
- Que tengan casos de éxito, referencias, testimonios reales: no vale solo con lo que pone la web, sino pedir comprobar cómo resolvieron situaciones complicadas.
2. Alcance de servicios: la integralidad
Un buen proveedor de facility services debería ofrecer un paquete integral, pero con flexibilidad:
- Que pueda cubrir limpieza general, lavandería, renting textil, mantenimiento exterior, jardinería, amenities, etc. Que no tenga que estar contratando medio mundo para distintas tareas. En Avenur, por ejemplo, lo que se busca es justamente eso: “una sola factura con todos tus servicios externos”.
- Que haya servicios modulares: poder escoger lo que necesitas realmente, sin pagar por lo que no usarás.
- Materiales, productos y tecnología: que usen productos que respeten la durabilidad de los textiles, que tengan maquinaria eficiente, protocolos buenos para eliminar manchas, para higiene sanitaria, etc. Esto afecta a la calidad del servicio, pero también al coste real a largo plazo.
3. Profesionalidad del personal
El servicio depende mucho de las personas que lo ejecutan:
- Que estén formados específicamente para cada tarea: limpieza industrial, lavandería, desinfección, etc. Que sepan manejar máquinas, productos químicos, que entiendan de protocolos de higiene. En Avenur, por ejemplo, hablamos de “profesionales especializados” que conocen las técnicas y herramientas más idóneas.
- Que haya supervisión y control de calidad: inspecciones periódicas, cumplimiento de estándares, auditorías internas.
- Que existan planes de contingencia: qué sucede si uno de los operarios está enfermo, si hay una incidencia de última hora, si tienes mucha carga de trabajo inesperada.
4. Cumplimiento de normativas y estándares
Este punto suele pasarse por alto, pero es my importante:
- Normativas sanitarias según sector: residencias, hospitales, restaurantes tienen requisitos específicos de higiene, desinfección, manejo de ropa sucia y ropa limpia, residuos, etc. Verifica que el proveedor lo cumple y pide certificados si es posible.
- Seguridad laboral: que los trabajadores tengan las protecciones necesarias, que se cumplan leyes de prevención de riesgos, que los productos químicos utilizados estén autorizados.
- Medio ambiente: uso eficiente de agua, productos químicos menos agresivos, gestión de residuos, eficacia energética. Es algo que no solo mejora la reputación, sino que puede ahorrar costes o evitar sanciones.
5. Transparencia en costes y contrato
Evita sorpresas económicas. Un proveedor confiable tiene que ser claro con lo que cuesta y lo que estás contratando:
- Presupuesto detallado: qué servicios incluye, frecuencia, personal implicado, maquinaria, productos, etc.
- Costes fijos vs variables: saber qué costes puedes tener año tras año, y qué costes podrían variar (por volumen de ropa, por tipo de limpieza, por ampliaciones).
- Facturación clara: una sola factura por los servicios externalizados, evitando tener que coordinar múltiples proveedores, múltiples facturaciones. Menos gestión administrativa, menos lío.
- Plazos y compromiso en contratos: períodos mínimos, penalizaciones por incumplimientos, flexibilidad si cambiamos de necesidades.
6. Capacidad de respuesta y logística
Este es otro punto donde muchos proveedores fallan:
- Disponibilidad inmediata o con poca antelación: limpieza urgente, lavandería urgente, eventos especiales etc.
- Logística eficiente: transporte de prendas si aplica, gestión de los textiles, tiempos de entrega. A veces, lo barato de transporte se convierte en lo costoso del retraso.
- Tecnología de soporte: seguimiento, programación de servicios, posibilidad de adaptar horarios (por ejemplo, limpiezas nocturnas o en fines de semana si lo exige el negocio).
7. Calidad, sostenibilidad y mejora continua
Un proveedor que se queda estancado, con los mismos métodos de hace años, tarde o temprano se queda atrás:
- Que tenga mecanismos de feedback, (de tus clientes, trabajadores) para detectar fallos, mejorar.
- Que invierta en maquinaria nueva, en mejores productos, en técnicas más saludables para los trabajadores y más respetuosas con el medio ambiente.
- Que pueda ofrecer innovación: por ejemplo, nuevas tecnologías de lavandería, sistemas más higiénicos de limpieza, alternativas ecológicas, etc.
8. Reputación, fiabilidad y estabilidad
Al final del día, muchas de las decisiones se confían a la sensación de fiabilidad:
- Busca opiniones, reseñas, casos de estudio.
- Que sea una empresa con trayectoria, con estabilidad financiera, con capacidad de mantener contratos a medio y largo plazo.
- Visita alguna de sus instalaciones si es posible, para ver cómo operan, la limpieza, el orden, la forma de trabajo.
Externalizar con éxito consiste en hacer que lo que delegas te aporte valor: imagen, higiene, confianza de tus usuarios, eficiencia económica, tranquilidad operativa. Si aplicas estas claves estarás en una posición mucho mejor para elegir un proveedor adecuado para tu negocio.
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